Bobadilla y Paquiro, caricaturistas en Sinaloa, analizan la realidad de la narrativa gráfica en el noroeste de México, mientras combinan recuerdos de niñez y el peligro de comunicar en México
Edwin González/Debate
Guadalajara, Jalisco. – Ricardo Sánchez Bobadilla y Francisco Campaña son dos de los tres moneros y caricaturistas de Sinaloa en convertirse en los primeros que fueron invitados a la Feria Internacional del Libro (FIL) en Guadalajara y son de provincia. En cada trazo y dibujo encierran la realidad del México fuera de una gran ciudad.
En la narrativa gráfica fuera de las grandes ciudades de México mezcla la risa, ironía, infancia, violencia, muerte, narcotráfico, censura, literatura, política, salarios bajos y cabellos perdidos por el cierre de edición resumido en un dibujo con un mensaje directo que es la realidad del autor.
Para Ricardo Sánchez Bobadilla, dibujar es algo que forma parte de la infancia. Por ello considera que “todos sabemos dibujar de chiquillos”, sin embargo, el hacer caricatura periodística también implica responsabilidad de denunciar. El humor y la muerte.
“Me permite expresarme y que es la mejor manera que tengo para expresarme y decir cosas importantes como banales, pero más que nada señalar. Eso es de las cosas importantes que veo en la caricatura, a veces, aunque a veces la caricatura es muy subjetiva, siempre es muy directa”, comentó para DEBATE.
La Comicoteca: la afición de Paquiro
Antes de ser caricaturista, Paquiro es un fanático de la narrativa gráfica. Debutó como monero hace 14 años e incluso es cofundador de la revista la Locha, pero, como buen aficionado, llegó a compartir el trabajo de sus compañeros, de caricaturistas que publican diario en Sinaloa.
Durante su ponencia, el primer y mayor tiempo lo gastó mostrando las caricaturas de compañeros que publican diario, para conocer el estilo de la caricatura gráfica en Sinaloa. No pudieron llegar a Guadalajara, pero Arturo Vargas Colado, “Avecé”; José Ignacio Péres, “Nacho Moreno”; Gilberto Ceceña y Rafael Sánchez se dieron a conocer en el evento literario de mayor importancia en Hispanoamérica.
“Sigo siendo un gran aficionado de la historieta, monos, comics”, comparte para DEBATE, la casa editorial donde inició. Llevando esta afición a querer compartirla con las futuras generaciones, por lo que piensa legar la colección en un proyecto llamado la “Comicoteca”.
“La Comicoteca es un proyecto que se engendró la idea en la FIL, en la pasada FIL, donde quiero compartir esos libros, algunos de ellos, creo yo, algunas historietas y libros que no volveré a leer y quisiera que estuvieran al acceso de los chavos, las nuevas generaciones”, comparte Paquiro.
En Sinaloa, se parodia lo peligroso de la realidad
Hacer narrativa gráfica y periodismo crítico en Sinaloa es estar cerca de quien criticas. Los personajes en las caricaturas no serán reales, pero lo que parodian sí. En los monos y cartonés, se muestra la misoginia, el asesinado y la colusión de los narcoestados.
En provincia es muy fácil que te encuentres a las personas de las que estás dibujando. Es muy fácil, puedes venir cruzando la calle y algún político puede venir en su carro… y eso mismo pasa con el narcotráfico”, menciona Bobadilla.
Paquiro considera que la auto censura es algo que ha ido disminuyendo, pues ahora se habla de cualquier tema. “Digamos que hay ciertos temas que uno trata con más cuidado que otros…hoy en día estas autocensuras están disminuídas, se puede hablar de cualquier tema.
Similar conclusión de Ricardo. Hay momentos y personas que no le gusta dibujar, sin embargo, hay una responsabilidad social en denunciar. Como cuando en 2017 mataron a su compañero y amigo Javier Valdez, periodista fundador de Río Doce.
“Es lo que me ha dolido más en esta serie de eventos tremendos de asesinatos de periodistas, cuando le llega a alguien que trabaja a tu lado, te duele y hay que dibujar y hay que hacer cartones de él y hay que manifestarse, publicar para poner el dedo en la llaga”, comenta Ricardo.
Bobadilla está seguro que si al menos se logró la detención de los autores materiales del asesinato de Javier Valdez, fue por la presión de los medios de comunicación, pues existe bastante material gráfico referente al periodista asesinado.
Tanto Paquiro, Bobadilla, Ito Contreras, presentes en la FIL, como los compañeros que no llegaron, como Avecé, Ceceña, Sánchez o Nacho Pérez Monero, mezclan su constante humor y alegría con la cultura que los forma, desde el aguachile a la Gilbertona que crean arte de lo importante y lo banal.
“Caricaturas donde se preparan el aguachile, el chilorio, los tamales barbones y las quesadillas llevan queso. Y se dibuja oyendo banda con Luis Pérez Meza, Lola Beltrán y a la Gilbertona”, define Bobadilla.
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