El velo, esa prenda sutil que hace juego con el vestido de novia. Proviene del verbo «Velar» que significa cuidar, cubrir u ocular. Una pieza que data sus orígenes en las antiguas culturas griegas y de Roma, donde las novias se cubrían el rostro con un largo velo con el fin específico de espantar a las envidias según las creencias supersticiosas de aquellos tiempos. En Grecia era de color amarillo y en Roma Rojo, según cuenta la historia.
Para la iglesia católica el velo es uno de los principales símbolos nupciales en los que se representa la protección de Dios sobre la nueva familia he aquí la importancia de este complemento.
En la época moderna el velo se ha ido confeccionando en diferentes tipos de tul, que hace de esta pieza sutil y delicada. Que se puede decorar con encaje, pedrería, bordados y diferentes aplicaciones.
Los tipos de tul pueden ser de seda que es el más delicado, el tul plumeti, con divertidos mosaicos geométricos, tul de algodón, tul cristal que es casi invisible y por último el tul mórbido que es más tupido y opaco.
Descubre algunas de las tendencias que ofrece la casa de modas @theweddingliss.
Leer más: