La reina Rania de Jordania vive un año de alegría, recién cumplió 52 años, y con el regalo más lindo pues sus dos hijos mayores la princesa Iman y el príncipe Hussein, quien además de ser su primogénito es llamado a ser Rey. Están por celebrar sus respectivas bodas.
La reina hachemita se encuentra con todos los preparativos para ambas celebraciones en compañía de su esposo el rey Abdalá. Y aunque aún no se tiene fecha exacta para tan importantes acontecimientos, dan su tiempo para ir preparando el gran día de sus respectivos hijos.
Además cumple con una tupida agenda de trabajo, entre las actividades recientes fue su participación en el Clinton Global iniciative en New York, donde abordo sobre el tema actual de refugiados. En el que subrayó la necesidad de una acción global coordinada, para ayudar a la creciente población de refugiados del mundo al integrarse en las comunidades donde se les acogen, advirtiendo que habrá más crisis de refugiados en el mundo.
Durante está charla estuvieron acompañándola la exsecretaria de Estado de los Estado Unidos, Hillary Clinton, y el alto comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados, Filippo Grandi.
Su majestad Rania, que luce esplendorosa y llena de vitalidad, continua su servicio de arduo trabajo al pueblo jordano, ha lanzando varias iniciativas para apoyar la educación de su país como los programas dirigidos por Jordan River Foundation y Queen Rania Foundation, que tienen como objeto empoderar a los jóvenes y alentarlos a liberar su potencial.
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